No todo es como parece

viernes, 26 de marzo de 2010

El otro lado de la justicia penal.












Luego de haber observado audiencias penales y conocer más a profundidad todo lo relacionado con el sistema procesal de tendencia acusatoria, tenemos la capacidad de emitir un concepto sobre cómo se cumplen y operan los artículos del código de procedimiento penal colombiano. Uno de los impactos más grandes que ha ocurrido en los últimos diez años fue la promulgación de la ley 906 del 2004. Logrando así culminar con una etapa de reformas para darle paso a un sistema más ágil para así obtener una justicia mucho más eficaz, sin embargo, aunque si se dieron cambios positivos estos no fueron suficientes, ya que el sistema judicial colombiano sigue contando con una serie de fallas que han perjudicado altamente al país. Es evidente que la justicia penal colombiana es caracterizada por ser lenta y no muy efectiva y agregándole a esto no podemos cerrarnos los ojos diciendo que las ley que creó el nuevo procedimiento procesal judicial, ha sido en un ciento por ciento efectiva, pues no, y es por esa razón que tenemos que detectar esas fallas para poder encontrar soluciones que mejoren el sistema judicial.

Los procedimientos cuentan con unas garantías que están para respaldar a los demandados y demandantes, sin embargo podría decirse que son de uso específicamente de los imputados pues son ellos quienes deben velar por sus derechos para que no se les violen. Teniendo así todas las garantías posibles. Estos deben ser tratados con igualdad de condiciones, se les debe respetar su libertad, debe existir imparcialidad de parte de las autoridades, además deben asegurarse de la presunción de inocencia, deben tener acceso a la defensa, estos son algunos entre tantos artículos que respaldan la calidad de proceso que se debe obtener. Esto demuestra que la nueva implementación del sistema procesal quiere preocuparse por los derechos del imputado sin embargo este es solo un aspecto, el cual es claramente importante pero el problema del proceso penal de la justicia radica en nuestro precario sistema judicial, pues no es solo por el proceso ni tampoco la pequeña infraestructura de las cárceles es más bien un problema arraigado a la sociedad y al desarrollo de las relaciones sociales que se crean. Pues la criminalidad abunda en nuestro país lo cual para tomar medidas sobre esto no es simplemente imputar un castigo y mandarlos a las cárceles para evitar crímenes u actos ilegales, son razones más afondo que competen al estado a mirar cómo se puede atacar el problema de raíz. Buscando soluciones distintas a una cantidad de reformas que aunque agilicen el proceso pretenden encerrar a todos los “criminales”.

Aunque es imprescindible velar por los derechos de los imputados, considero que el problema que afronta la justicia colombiana tiene un trasfondo que necesita como solución una diferente a castigar la criminalidad. Pues si nos ponemos a revisar la mayoría de audiencias penales son producidas por la necesidad por la pobreza y la falta de recursos para vivir una vida digna y plena de las necesidades básicas como lo es la comida, el agua, la vivienda, el estudio y la salud. Si observamos entonces el panorama con una visión más amplia vemos que las cárceles se llenan, porque la gente no puede conseguir como vivir dignamente debido a esto les toca actuar de manera ilegal y criminal. Por eso lo que pretendo aquí es replantear la estrategia que existe sobre la política criminal, pues se debe buscar salida a estos problema, debe crearse un cambio social que beneficie a la población y al procedimiento penal. Pues si la mayoría de gente pudiera contar con lo mínimo que se necesita no existiría una sobre población en las cárceles del país ni esa inmensa necesidad de castigar a todo criminal.

Finalmente quiero volver a enfatizar y plantear que lo más importante en el proceso judicial colombiano es que se busque una medida más coherente para evitar llegar a los procesos penales pues si no abundaran este sistema no colapsaría y dejaría de ser tan ineficaz. Colombia a intentado copiar sistemas europeos y hacerlo mas ágil, mas económico, y mas respaldado para que se beneficien los demandantes y demandados al hacer uso de las garantías de sus derechos sin embargo dichas reformas no han sido suficientes pues con el paso de los años lo único que obtenemos es la sobrepoblación de las cárceles y proyectos para incrementar la infraestructura de estas. Por eso vuelvo y resalto que Colombia tiene que buscar una política social que acorte la brecha en que vivimos que se logre una educación mínima para que la gente tenga capacidad de producir de una manera digna sus necesidades básicas, pero para esto necesitamos que los políticos bajen la cabeza y miren el panorama entero y no individualmente hacia donde se beneficien ellos, pues deberían no olvidarse del lado de la población que más necesita ayuda. Necesitamos que promuevan reformas que ayuden a crear una sociedad más balanceada y digna, donde exista respeto los unos por los otros donde halla educación y tolerancia pero para esto necesitamos un trabajo conjunto para disminuir la criminalidad y así mejorar nuestro sistema penal acusatorio.

Laura gallego

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